Calificación y etiquetado: Una vez que los jamones han completado el proceso de curación, son sometidos a pruebas de calidad y calificación por parte de expertos, quienes determinan su calidad y clasificación en función de criterios como la alimentación del cerdo, la pureza de la raza y el tiempo de curación. Los jamones que cumplen con los estándares establecidos pueden recibir etiquetas de calidad como Denominación de Origen Protegida (DOP) o Indicación Geográfica Protegida (IGP).