La montanera es una práctica tradicional en España que se lleva a cabo en las dehesas, principalmente en las regiones de Extremadura, Andalucía, y algunas partes de Castilla y León.

Durante la montanera, los cerdos ibéricos se sueltan en la dehesa para que se alimenten de bellotas y otros frutos que encuentran en la naturaleza. Este proceso de engorde natural confiere a la carne de estos cerdos un sabor y una calidad únicos, muy apreciados en la gastronomía española.

Durante la montanera, que suele tener lugar entre los meses de octubre y marzo, los cerdos se mueven libremente por la dehesa, alimentándose de bellotas, hierbas, y otros recursos naturales que encuentran en su entorno. La bellota es especialmente importante en este proceso, ya que aporta a la carne un sabor característico y contribuye a la infiltración de grasa en los tejidos musculares, lo que da lugar a una carne sabrosa y jugosa.

La montanera no solo es importante por la calidad que confiere a la carne de cerdo ibérico, sino también por su impacto en el ecosistema de la dehesa. La presencia de los cerdos contribuye al mantenimiento y la conservación de estos ecosistemas, ya que ayudan a dispersar semillas y a limpiar el suelo de vegetación no deseada.

En resumen, la montanera es una práctica ancestral que combina la crianza tradicional de cerdos con el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales de la dehesa, dando lugar a productos de alta calidad y contribuyendo a la preservación de un ecosistema único.